A un año del asesinato de Keyla Martínez
- José Castillo
- 7 feb 2022
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Se cumple un año del asesinato de Keyla Martínez en una celda de una estación policial y el ruido de la impunidad del caso es ensordecedor.
Es una gran mancha que lleva el Estado de Honduras y las autoridades policiales deberían esforzarse más en procurar que se esclarezcan los hechos.
Keyla Martínez, de 26 años, fue declarada muerta en un hospital en el occidente del país centroamericano.
Según la versión oficial inicial, la joven fue trasladada allí supuestamente tras intentar suicidarse en una celda de una comisaría de la Policía Nacional en la ciudad de La Esperanza.
Martínez, de acuerdo con las autoridades, había sido detenida en la noche del sábado "por escándalo en la vía pública en estado de ebriedad e incumplimiento al toque de queda" impuesto desde el año pasado por la pandemia de coronavirus.
Las autoridades indicaron que la joven se había colgado con una prenda de vestir en su celda y fue traslada al hospital, donde falleció.
Sin embargo, reportes del hospital filtrados a la prensa hondureña señalan que la joven habría llegado muerta.
Los informes contradictorios generaron cuestionamientos en un país en el que la policía ha sido señalada en numerosas ocasiones de abusos y uso injustificado de la violencia.
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